Tres Bandas
Se llegó al ecuador de la ronda de dieciseisavos de final en la Copa del Mundo de Hochimin, con ocho duelos extraordinarios y desenlaces impresionantes. Partidos, casi todos, con el sello de los grandes jugadores.
Es tan alto el nivel en la actualidad que un simple fallo se convierte en condena a perpetuidad. Que se lo pegunten a nuestro admirado Ramón Rodríguez que tras adelantarse en el marcador y con una serie posible en sus manos, le chocó el siguiente punto en una rodada aparentemente sencilla. Del posible 13-10 favorable y con taco en mano, se pasó al 12-20 tras la serie de 10 de Cenet que castigó duramente el error. Ramón tuvo que remar a contracorriente a partir de entonces y las ocho carambolas de diferencia, a pesar de la lucha y entrega del peruano, se mantuvieron hasta el final (40-32 en 27).
Rolandinho dejó a los aficionados locales sin su ídolo, Nguyen, Quoc Nguyem. El sonriente jugador vietnamita llevaba el partido controlado (16-26). Pero el belga es un viejo zorro. Aprovechó su experiencia y tras acercarse en el marcador, convirtió una serie de 17 en un brindis ganador. Impresionante Forthomme.
No empezó fino Blomdahl, pero el sueco es el número uno del mundo y sus recursos son ilimitados. En media docena de entradas terminó con la resistencia de su oponente, el coreano Cho Keon Hwi, (40-16 en 20).
Si impresionante fue lo de Forthomme, el italiano Zanetti no se quedó atrás. Con 18-18 en el marcador ante el peligroso Bury, el veterano jugador italiano se sacó de la manga una extraordinaria tacada de 17 que puso el partido muy favaorable (18-35). Luchó el galo, pero la serie majestuosa de "Il Capo" fue demasiado para una posible remontada (40-33 en 21).
El extraterrestre aterrizo en Vietnam a lo grande. Conocía y de que forma a su rival, Jung Han Heo y desde el principio sacó los tentáculos para dominar el partido en 16 entradas (40-24). El belga, además, realizó una bonita y rápida serie de 13 que terminó con la resistencia del coreano.
El duelo entre los dos vietnamitas: Tran Quyet y Ly The Vinh, fue sencillamente espectacular. El resultado final lo dice todo: 40-33 en 15. Y si llegaron a dichas entradas fue por el respeto mútuo al final y un par de errores por exceso de nervios o responsabilidad.
El egipcio Shidom se hace mayor a pasos agigantados. Se cuela en octavos de final tras remontar ante De Bruijn en un partido en el que el holandés dominó durante tres cuartas partes del choque. Al final 35-40 en 21.
Eddy Merckx y Lee Choon-Bok jugaron un partido tenso hasta la última carambola. Venció el belga que pudo templar los nervios en los momentos clave. (40-32 en 24 entradas).
Ocho partidos para saborear. Esperemos que los ocho restantes nos hagan disfrutar de la misma manera.