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La fatídica entrada 16

12/07/2015

Publicado por juan fraile

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© Harry van Nijlen / Kozoom
El español mira perplejo una de las difíciles posiciones que encontró

Vencer requiere de muchas variables, infinidad de detalles y circunstancias rodean un partido de tan alto nivel. Una de ellas es la suerte y si ésta te da la espalda las posibilidades se reducen considerablemente. Le sucedió a Dani en su partido ante el coreano Hwang Hyung-Beom en la semifinal de la Copa del Mundo en Oporto. Partía como favorito, no en vano era quien mejor y más billar había mostrada en el pabellón Dragao durante los siete días de la prueba. Además Dani jugaba como en casa. Oporto es su club en la Copa de Europa desde hace muchos años y es uno de los grande ídolos de los aficionados lusos.

Ya comenzó mal el choque cuando en las primeras cinco entradas las posiciones, una tras otra se complicaban para el español. Además, Hwang había tenido dos golpes de suerte o dos churros si ustedes lo prefieren. La cuestión es que el marcador se puso 17-4, y al descanso el luminoso reflejaba 20-10 en ocho y siete entradas respectivamente.

Una diferencia aparentemente amplia, pero que en esta misma Copa del Mundo y la semana pasada en Antequerea, Dani se encargó de enjugar con facilidad. Así fue, una vez llegaron los protagonistas del descanso fue el campeón de España quien poco a poco comenzó a recortar distancias hasta que en la decimotercera entrada, con una serie de ocho, Dani se ponía por delante por primera vez en el partido (21-23).

La sensación era obvia, Dani estaba crecido y el coreano (dos bolas en ocho entradas) había perdido la estrella que le iluminó al principio. Pero llegó la fatídica entrada 16. Sánchez mandaba 22-24 y había dejado una posición complicada a su rival. Hwang, sin demasiada fé acometió el tiro que acabó en el tercer "churro" a su favor. Fue la jugada clave, la que terminó por decantar la semifinal, porque el jugador asiático añadio otras 12 carambolas a dicha acción de fortuna. Una serie de 13 que le permitió salir del estancamiento en el que le sometió Daniel en las últimas entradas para remontar el choque.

Lo cierto es que tras dicha jugada el marcador se puso 35-24  y a Dani no le quedaba margen de error. Tres entradas después, Hwang consiguió terminar la distancia y Dani llegó a 33 puntos después de realizar cuatro en la contra. (40-33 en 19). El español no jugará la final, pero ha sido el mejor en Oporto: cuatro partidos, 153 carambolas en 64 entradas: 2,390.

A las seis de la tarde, el coreano jugará la final con el sueco Blomdahl que parte también como favorito, aunque a estas alturas hablar de favoritos en una final después de lo visto en semifinales parece una locura.

 

 

 

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